jueves, 26 de mayo de 2011

martes 17 Mayo 2011

Martes de la IV Semana de Pascua

Evangelio según San Juan 10,22-30.

Se celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno,
y Jesús se paseaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón.
Los judíos lo rodearon y le preguntaron: "¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente".
Jesús les respondió: "Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí,
pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas.
Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen.
Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos.
Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre.
El Padre y yo somos una sola cosa".


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

------

A tus ovejas nadie las arrebatará de tus manos, Señor. Señor, que se cumpla lo que has dicho. Hoy, sobre todo hoy, tu bien sabes por qué, mi corazón está desolado. Y quizás un pastor de tu rebaño sea arrebatado de tus manos. Sé que se hará tu voluntad. Será que dará más fruto siendo una oveja más que un pastor. Pero no permitas que nos olvidemos de dos cosas, Señor: que nosotros también sosmos responsables de que tus ovejas no se vayan de tu rebaño, que nosotros somos llamados a cuidarnos unos a otros como pastores unos de otros; y la otra cosa, no debemos dar lugar a la tentación de ser arrebatados y mucho menos al hecho. Pero Tú aquí en tu Palabara nos prometes que ninguna de tus ovejas te seremos arrebatadas. Fuimos dados a Tí por tu Padre y Él no permitirá que nadie nos quite de su regazo. Antes pondrá sobre nuestros hombros su manto y nos protegerá. Y entiendo, o creo entender, que Tú nos dices, me dices, que muchos son los caminos por donde van las ovejas pero siguen perteneciendo al rebaño. Y no importa el camino o el lugar donde pasten, por más lejos que estén, todas son tuyas y forman un solo rebaño. Buen Pastor, gracias por consolarme en este momento con Tu Palabra. Nadie te será arrebatado. ´Tú protegerás a todos y serás su Pastor, aunque caminen por montañas escarpadas y desiertos áridos. Gracias, Señor, por amarnos, a pesar de las veces que nosotros mismos nos vamos de tus manos. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario